Las diez mesas que hay en el local están ubicadas una detrás de la otra, así como en fila india, en ellas hay un promedio de tres personas por mesa que esperan que salga la primera tanda de cebiche del día.
En la esquina del lugar, en una mesa arrinconada, está sentado un hombre bajo, moreno y de sonrisa bonachona que ve que todo esté en orden, él es el amor y señor del local, Rafael Sandoval, dueño de un corazón bueno, emprendedor y muy exigente.
Rafael Sandoval camina balanceándose de un lado para el otro, en su mano derecha lleva una bolsa plástica blanca, tan blanca como su vestimenta de ese viernes por la mañana. Sus ropas son impecables y el gorro pequeño que lleva sobre su cabello negro terminan de dibujar a lo lejos su retaca figura.
Rafael avanza por en medio de la multitud del mercado con tanta familiaridad que parece que se supiera los caminos de memoria, y es que desde que tenía uso de razón se pasea en él como en su casa. Rafael, tiene una conexión añeja con el mercado, ya que desde niño creció junto a él en el negocio de sus padres, y ahora lo sigue haciendo desde el suyo, la cebichería más popular del mercado, Raffo's.
La historia de éxito de Rafael, Rafo para los amigos, empezó como en marketing, dándose cuenta de una necesidad. Cuando él tenía 21 años.
Corría el año 82 y por decisión propia Rafael dejo su pasión de lado, cambió los libros de administración de empresas por los mandiles, cuchillos y sartenes. El motivo, el cáncer inicial que le detectaron a su hermano. Rafael veía que la economía familiar no se estiraba para cubrir los gastos de los tratamientos y transformó en práctica lo que le enseñaron en las aulas de la Universidad Nacional, convertir un arte en empresa.
La madre de Rafael que había quedado viuda ese mismo año encaminó el arte de la cocina en las manos de Rafo . Ella, una cocinera reconocida en Chiclayo, ayudó a su hijo en hacer crecer la cebichería, que en un principio sólo ofrecía platos fríos como la papa rellena y la causa . Desde 1994 abrió oficialmente Raffo's.
Frente a los pescados, mariscos y limones, los trabajadores de Rafael confiesan que su jefe no ha cambiado mucho, sigue siendo el tipo bonachón que tiene una mirada de fiera cuando no llegan a los estándares que Sandoval quiere. Agregan además que Rafo es muy exigente con la limpieza y la atención al cliente.
La popularidad de la buena sazón de Rafael ha llegado a niveles insospechados, tanto así que el programa “Veinte Lucas”, que conduce el periodista Mauricio Fernandini llegó a entrevistarlo y conocer el secreto de su sazón.
Por Alicia Urbina
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