Pedro Zavala Ye-Sang, campeón regional de surf en la categoría sub 20, parece no temerle a nada. Cuando sus padres le dijeron que no al surf, él se las ingenió para que fuera un sí. Al terminar el colegio, se decidió por una carrera que lo apasionaba desde pequeño, y nada fácil para alguien con muy poco tiempo libre: Derecho. Ya en la universidad, también se matriculó en la especialidad de Historia. Y lejos de dormirse en sus laureles de deportista promesa, Pedro colabora con la ONG Waves para promover el deporte en los barrios más necesitados de Talara. Su vida ha sido una serie de retos personales constantes. Pero hay un miedo que aún no logra superar: Pedro le tiene miedo al mar.
No siempre fue así. Hasta los 16 años fue amante acérrimo de las olas que le regalaba el mar al frente de su casa en Negritos. Para ese entonces ya le había anunciado su gran pasión a sus padres y había recibido la respuesta que siempre temió recibir: no. Se había rebelado y ya se había comprado su primera tabla de surf. Hasta ese funesto día de abril, Pedro sólo pensaba en una cosa: surcar esa inmensa ola de dos metros que estaba a punto de estrellarse contra el mar de Cabo Blanco. Ese pensamiento sería también el primero que lo acompañaría al despertar en la clínica cinco horas después.
A punto de cumplir el quinto aniversario de su accidente, Pedro entrena para competir en el Mundial de Tabla de Cabo Blanco, que se realizará 15 de enero del próximo año. Cuando se le pregunta por el suceso que lo mantuvo alejado del mar por tres años, Pedro sonríe y dice “todavía siento que no lo he superado. Es una de esas cosas que siempre te acompañan, pero no hay forma, la adrenalina y la pasión son lo que me mueven”.
Y la persistencia. El año pasado a instancias de unos amigos, volvió a las competencias. Pese al miedo inicial, Pedro logró el mayor puntaje y ganó el campeonato. Luego de tres años de luchar contra su miedo, se encontró nuevamente luchando contra las olas. Cómo habrá sido de feroz la batalla, que apenas Pedro salió del mar, decidió que nunca más se alejaría de él. Este año ha logrado ser campeón regional sub 20 y la famosa marca de ropa Rip Curl lo ha fichado como su patrocinado.
“Siento que si me pasó lo que me pasó, fue una cuestión de suerte. Ahora me siento más preparado que antes e incluso puedo afirmar que es ese accidente lo que me ha llevado adónde estoy actualmente”.
Pedro mira hacia el mar y parece no temerle a nada. Su mayor miedo es también su mayor revancha.
Por Fiorella Ferrari
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