Vivir del recuerdo

No sólo unas fotografías sirven para llevarnos a épocas pasadas. Sino que Piura es una ciudad con historia y los muestran algunos lugares que nos sumergen 40 o 50 años atrás, farmacias, librerías y zapaterías. Será por el aferro al pasado de sus dueños o porque aun existe demanda para este tipo de lugares. En este reportaje, un recuento de aquellas tiendas que aun viven en el recuerdo.

Mientras don Juanquín trata de leer el pequeño papel arrugado, con esos lentes que a duras penas dejan verle los ojos, dice ¡riñón!; la señora algo pálida espera en una banca mientras el famoso farmacéutico camina hacia la parte de atrás del dispensario en busca de algunos químicos para hacerle uno de sus preparados.

Don Joaquín Córdova, mantiene aún esa vieja botica “Seminario y Guzmán” en la calle Tacna, ahora una zona altamente comercial en Piura. Junto con don Joaquín, José, su joven ayudante, todos los días esperan pacientes la llegada de enfermos a los que la medicina moderna no puede curar.

El viejo farmacéutico está en este negocio desde los 14 años, cuando producto de su orfandad decidió viajar a Sullana para ser el ayudante de un médico. Junto con el doctor y sus ganas de surgir, estudio a distancia la carrera de farmacopea, recetas de productos con propiedades medicinales, en la Universidad de Rivadavia Argentina.

Don Joaquín, se volvió muy conocido en Piura con la propagación de la viruela, ya que gracias a sus preparados la gente se salvaba de morir. Doña Mena Zapata, una de las sobrevivientes de esta enfermedad cuenta como Don Joaquín ayudaba a todas las personas aunque no contaran con dinero para pagarle.

Como este negocio; la librería Ubilluz muestra entre sus anaqueles la época y la tradición de la cultura piurana de antaño. Todavía muestra en sus vitrinas libros como “Kokito” o “Crimen y castigo”. Don Carlos, tiene más de 40 años en el negocio, y afirma que su competidor no son las otras librerías sino el internet, pues hace 7 años, ya la gente no compra libros como antes.

El señor don Carlos, atiende la librería con su nombre en la calle Apurímac; la otra librería Ubilluz ubicada en la calle Arequipa es de su hijo, a quien le cedió el nombre para que continuara con el negocio. Pero, comenta con pena que este no le pone las ganas que debería.

Don Carlos, un señor de pocas palabras, afirma que el secreto de su éxito se debe a la cordialidad con la que trata a sus clientes, pues no le vende lo que piden sino lo que en realidad necesitan. Sus ganas de trabajar lo obligan a abrir desde las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche en un horario corrido, aunque dice también que así es la única manera de obtener alguna ganancia.

Según la alcaldesa Mónica Zapata, en su discurso de bienvenida a la Audiencia Pública Descentralizada: "Mypes, una oportunidad para la generación del empleo en la Región Piura"; en nuestra localidad hay más de 5 mil empresas de las cuales el 99% son microempresas, muchas de ellas familiares que iniciaron su negocio de manera individual y contaban con el apoyo de sus parientes más cercanos.

En todos estos lugares, el tiempo no ha pasado. Todos coinciden en que dejar su negocio acabaría con ellos, pues en sus tiendas se encuentra gran parte de su vida; por lo tanto, ninguno de ellos concibe la idea de alquilarlos o venderlos.

Tiendas como estas y personas como estas son las que nos hacen recordar la riqueza de nuestra ciudad.

Por Sandra Majail

1 comentarios:

Claudia Ruiz Gutierrez dijo...

Sandra me gusta tu texto, principalmente el pàrrafo en el que describes al señor Joaquin, el detalle de sus lentes y la forma como lo muestras.

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