Antojos al (mal) paso


Como nos recuerda un comercial: “la creatividad peruana no tiene límites”. Esto es muy cierto, en especial si se trata de comida. Si Usted tiene hambre y sólo un sol en el monedero, tenga por seguro que en el Mercado Modelo de Piura encontrará la solución. Gastará un sol que le dará una sonrisa a su bolsillo, aunque hay quienes dicen que lo más seguro es que su estómago no le perdone nunca la fatal decisión.

En el mercado no hay orden ni reglas. No se necesita conocer el lugar para encontrar algún producto. Cada puesto parece como caído del cielo, sin una explicación lógica que divida este conglomerado en secciones. Tampoco hay que caminar hacia un lugar específico para encontrar algo de comida, pues vaya por donde vaya, es casi seguro que encontrará picarones, tamales, arroz con tollito, patitas, bocadillos o pollito con plátanos.

No necesitará ser Gastón Acurio y tener la tarjeta de un conocido banco para decirle que sí a sus antojos. Solo bastan unas cuantas monedas y saber ser un buen negociador. Cada día hay alguna nueva aventura culinaria en mercado. Una nueva mezcla o combinación extraña de cebiche, papa a la huancaína y tallarines; todo en un solo plato. Sólo podrá hablar hasta que se anime a probarla.

Desde las tres de la mañana, un grupo de personas llega con el tan conocido “Caldo de gallina”. Varios litros de la nutritiva sustancia se acaban en un abrir y cerrar de ojos. No hay una carta de precios. El “caldo de gallina” es accesible a todos los bolsillos. La “sopa de pata de toro” no tiene nada que envidiarle, porque también es uno de los platos más pedidos.

El tributo a la moneda peruana es claro en la comida. Huevos de Codorniz, choclitos, picarones, anticuchos, alitas, tortas, hamburguesas, majadito de plátano, patitas, papas rellenas, sí todo por un nuevo sol. Con la creatividad piurana, platos típicos con “el seco de chabelo” se adaptan a la billetera anoréxica y se convierten en un majadito de plátano de un sol, no importa que no tenga carne seca, porque nuestro amigo el pollo está para reemplazarlo.

Ellos saben que deben ganarse al cliente. Una papita más en el plato y conseguirán llamar la atención de las personas o la famosa “yapa”, que da la casualidad que es producto de más barras de hielo al juego. Sin embargo, si eso no funciona escucharemos decir: “a cincuenta nomás”, “pruebe los chifles”, “cebiche, amiga tengo cebiche” y demás expresiones conocidas.

La comida peruana tiene una gran variedad de sabores, y en el Mercado Modelo de Piura las personas se la ingenian para crear los propios. Mujeres, varones y niños trabajan todos los días en este negocio que parece ser el sustento de unos y el dolor de estómago de otros.

El menú del día es muy variado, y cada casero dice cumplir la promesa de cierta mayonesa y ser “el auténtico sabor de casa”. Entre el ruido de un singular grupo del momento con letras como “lárgate y has de tu vida lo que quieras”, cada uno come lo que más le gusta y al precio que esté dispuesto a pagar.

Todos los días y en diferentes momentos, varias personas son parte de esta surtido de sabores y aromas que solo necesita más orden y limpieza para progresar. Algunos se marchan contentos por todo lo que pudieron conseguir a tan poco precio, otros juran no regresar jamás.

Dos niños dicen vender todos los sábados las mejores empanadas de queso. Si les pregunta cuántas empanadas venden, le dicen que no lo pueden contestar; pero basta estar un minuto con ellos para darse cuenta de que ya no quedan más y hay que empezar a preparar. El aceite no es de los mejores, porque hay que ahorrar costos. Las empanadas cuestan cincuenta céntimos, valen un dolor de estómago, y hacen surgir la pregunta ¿qué tan seguro es para mi salud?

El Mercado Modelo, colorido y con mil sabores, está esperando satisfacer sus antojos sin necesidad de gastar tanto. Vaya con tiempo, busque un buen lugar, y sobre todo, muestre una amplia sonrisa. Tenga por seguro que le servirá para discutir el precio. ¿Tiene sencillo?

Por Lourdes Herrera

2 comentarios:

Sandra Reyes dijo...

La redacción es muy fluida y resume todo lo que hay en el mercado. Me gustó mucho este texto.

Ronald Mego dijo...

Me parece un tema "genial", es algo que vemos y hacemos casi siempre. La forma de contarlo es muy buena, la redacción mejor. Logró ubicar esos detalles comunes para los que en algún momento hemos tenido esos antojos.

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